7 gigas y 2 valijas

El 25 de octubre comenzaba la travesia hasta Marruecos y de ahi al desierto. Viajamos desde Granada hasta Algeciras, ahi nos tomamos un ferry hasta Tanger med, de ahi un bus hasta otra terminal y despues un taxi hasta la terminal de trenes, un tren de 11 horas hasta Marrakech y un taxi hasta la plaza principal. Luego de mas de un dia de viaje habiamos llegado a Marrakech! Buscamos alojamiento y nos quedamos todos los 22 uruguayos juntos en un hostel llamado Afrikia, atendido por un brasilero llamado Romario y su tortugo Romario. Recorrimos el mercado de la plaza, estaban los vendedores de especias, encantadores de serpientes, monos, videntes, curanderos, brujos, vendedores de carteras y panuelos, tatuadoras. De todo y para todos. Nos metimos entre las callecitas del mercado, nos probamos todo y compramos poco pero bien regateado, como debe ser. Fuimos hasta una mezquita antigua y otra nueva, no pudimos entrar, solo para los fieles. A la noche cenamos todos juntos en un restaurancito de tienda en la plaza, comimos platos tipicos: Pati una tajina de pollo con verduras, que debia comerse con las manos y Charly unos pinchos de pollo, carne y salchichas. Y para terminar, el te, que aunque su sanidad fuera muy discutida por todo el grupo no pudimos dejar de probalo. Al dia siguiente a las 7 am partimos para el desierto, un viaje interminable con paradas a sacar fotos, a hacer pis y almorzar. A la noche llegamos a un pueblo chiquito en un valle entre dos montanias. Cena tipica y a dormir, al dia sigiueten partiamos a las 7 y llegariamos al desierto a las 16 horas. Arribamos a un lugar llamado Marzuga y ahi nos esperaban nuestros nuevos vehiculos. Un dromedario para cada uno! Todos atados, formando una caravana y guiados por un Berebere partimos al desierto. Vimos el atardecer desde nuestros nuevos amigos y llegamso al campamento Berebere. Nos esperaban unas grandes tiendas, alfombras y mesas bajitas. Cenamos y bailamos al son de los tambores de los Berebere. Luego subimos a la gran duna para contemplar las estrellas y el desierto desde lo alto. La vista era increble! Nunca habiamos visto tantas estrellas! No cabia una mas. A cada momento caian estrellas fugaces interminables. Luego vimos la salida de la luna y con ella el desierto se iluminaba. A las 6 am del dia siguiente ya estabamos en pie para no perdernos la salida del sol. Desayunamos y partimos de regreso, esta vez en 4x4 hasta Marzuga. Una experiencia increible. Luego un dia de viaje entero hasta la ciudad de Fez y de nuevo a comenzar la odisea de regreso, taxi, bus, tren, ferry... Solo nos falto viajar en camion. Les dejamos unas cuantas fotos de estas maravillas.